Eliminación del radar frontal: Por qué dos ojos son mejor que uno

Eliminación del radar frontal: Por qué dos ojos son mejor que uno

Puede sonar extraño viniendo de la empresa que introdujo por primera vez el radar frontal hace más de 20 años, pero hay argumentos de peso para que los fabricantes de equipos originales lo eliminen de algunos vehículos.

A pesar de todas las ventajas que ha aportado el radar frontal como elemento fundamental para los sistemas ADAS, hay buenas razones para no echarlo de menos cuando se puede evitar. La eliminación del radar frontal puede, obviamente, ahorrar costos de hardware y peso, no sólo del propio sensor, sino también de los soportes, el cableado, las fuentes de alimentación y otros gastos asociados al sensor. Simplifica el embalaje, liberando el centro de la parrilla para un estilo más flexible y una gestión térmica más sencilla. Y permite a los fabricantes mantener una arquitectura más coherente en todos sus modelos, lo que reduce los costos de desarrollo e integración del software.

Lo mejor de todo es que los fabricantes pueden conseguir estos resultados sin comprometer la seguridad; de hecho, pueden mejorar la seguridad utilizando configuraciones alternativas que son mucho más efectivas que un único radar delantero y una cámara a la hora de abordar muchos de los escenarios de intersección y giro incluidos en las pruebas de Euro NCAP 2023.

Dos tecnologías ADAS clave son fundamentales para hacer esto posible: los radares de esquina avanzados y la fusión de sensores. Estas tecnologías de software y hardware se han desarrollado y han madurado desde que Aptiv introdujo el primer radar frontal años atrás, logrando niveles de rendimiento muy avanzados con la aplicación de IA y aprendizaje automático. El catalizador de estas tecnologías fue la alta demanda de conducción automatizada y manos libres de nivel 2+, que requería sistemas capaces de afrontar casos difíciles, casos que un simple radar y una cámara orientados hacia delante tendrían dificultades o no podrían resolver por sí solos.

Lee nuestro documento técnico para descubrir cómo el uso de radares duales en las esquinas con fusión de sensores y aprendizaje automático representa una oportunidad atractiva para los fabricantes de equipos originales que buscan una solución rentable y elegante para utilizar en sus distintos modelos.

LEE EL DOCUMENTO TÉCNICO

 

Puede sonar extraño viniendo de la empresa que introdujo por primera vez el radar frontal hace más de 20 años, pero hay argumentos de peso para que los fabricantes de equipos originales lo eliminen de algunos vehículos.

A pesar de todas las ventajas que ha aportado el radar frontal como elemento fundamental para los sistemas ADAS, hay buenas razones para no echarlo de menos cuando se puede evitar. La eliminación del radar frontal puede, obviamente, ahorrar costos de hardware y peso, no sólo del propio sensor, sino también de los soportes, el cableado, las fuentes de alimentación y otros gastos asociados al sensor. Simplifica el embalaje, liberando el centro de la parrilla para un estilo más flexible y una gestión térmica más sencilla. Y permite a los fabricantes mantener una arquitectura más coherente en todos sus modelos, lo que reduce los costos de desarrollo e integración del software.

Lo mejor de todo es que los fabricantes pueden conseguir estos resultados sin comprometer la seguridad; de hecho, pueden mejorar la seguridad utilizando configuraciones alternativas que son mucho más efectivas que un único radar delantero y una cámara a la hora de abordar muchos de los escenarios de intersección y giro incluidos en las pruebas de Euro NCAP 2023.

Dos tecnologías ADAS clave son fundamentales para hacer esto posible: los radares de esquina avanzados y la fusión de sensores. Estas tecnologías de software y hardware se han desarrollado y han madurado desde que Aptiv introdujo el primer radar frontal años atrás, logrando niveles de rendimiento muy avanzados con la aplicación de IA y aprendizaje automático. El catalizador de estas tecnologías fue la alta demanda de conducción automatizada y manos libres de nivel 2+, que requería sistemas capaces de afrontar casos difíciles, casos que un simple radar y una cámara orientados hacia delante tendrían dificultades o no podrían resolver por sí solos.

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Autores
Lawrence Humm
Lawrence Humm
Jefe Global de Percepción y Características Avanzadas

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