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¿Qué es un controlador central de vehículos?

¿Qué es un controlador central de vehículos?

El controlador central del vehículo (CVC) es un ordenador especializado que desempeña un papel fundamental en las arquitecturas de los vehículos del futuro.

El CVC puede ser un controlador de potencia y de la carrocería, un controlador de la propulsión y del chasis, un enrutador de red de datos, una puerta de enlace, un cortafuegos, un maestro de zona y un centro de almacenamiento de datos, todo en uno, o puede realizar una combinación de algunas de esas funciones. Lo más importante es que es una pieza clave de la arquitectura que traduce el código de software en acción física, de bits y bytes en la propia movilidad.

De la señal al servicio

Los vehículos se han regido durante mucho tiempo por señales, en las que un controlador de la carrocería envía una trama de datos a un dispositivo específico, que luego reacciona realizando una función concreta. En una arquitectura orientada a los servicios, las funciones se presentan como servicios más genéricos, a los que se suscriben las aplicaciones que los necesitan.

El CVC se encarga de los detalles de la comunicación de señales con cientos de componentes del vehículo y luego puede ayudar a abstraer esas funciones como servicios a las aplicaciones de software. Esto permite a los desarrolladores dedicar menos tiempo a preocuparse por cómo gestionar las comunicaciones dentro de un vehículo y más a crear funciones que añadan valor real a los consumidores.

Por ejemplo, un OEM puede querer permitir a los usuarios controlar la climatización del vehículo a través de una aplicación en su sistema de infoentretenimiento. El CVC presentaría un servicio llamado "HVAC", y la app se suscribiría al servicio HVAC, comunicándose con él a través de interfaces de programación de aplicaciones (API).

Cuando el usuario selecciona una temperatura, la app de climatización del sistema de infoentretenimiento utilizaría esas API para indicar al servicio HVAC que fije la temperatura en, por ejemplo, 20 grados centígrados para el lado derecho del vehículo. A su vez, el servicio de climatización enviaría señales a los distintos actuadores -al compresor, los ventiladores y las aletas- a través de los controladores de zona. El servicio averiguaría cuándo hay que encender o apagar el compresor, qué ventiladores hay que activar y hasta dónde hay que abrir las trampillas y, a continuación, enviaría señales a los dispositivos adecuados en los momentos oportunos. Cuando tenga sentido, los servicios podrían centrarse en funciones muy limitadas, o microservicios, lo que permitiría realizar actualizaciones dirigidas sólo a esas funciones.

A través de esta abstracción, la aplicación del sistema de infoentretenimiento en este ejemplo está completamente aislada de la mecánica del control del clima. No conoce la ubicación de los mecanismos de control de la climatización, ni siquiera su existencia. Como los desarrolladores del sistema de infoentretenimiento no tienen que preocuparse por esos mecanismos, pueden centrarse en optimizar la experiencia del usuario y mejorar el uso del control de la climatización en varias innovaciones de la aplicación.

El controlador central del vehículo (CVC) es un ordenador especializado que desempeña un papel fundamental en las arquitecturas de los vehículos del futuro.

El CVC puede ser un controlador de potencia y de la carrocería, un controlador de la propulsión y del chasis, un enrutador de red de datos, una puerta de enlace, un cortafuegos, un maestro de zona y un centro de almacenamiento de datos, todo en uno, o puede realizar una combinación de algunas de esas funciones. Lo más importante es que es una pieza clave de la arquitectura que traduce el código de software en acción física, de bits y bytes en la propia movilidad.

De la señal al servicio

Los vehículos se han regido durante mucho tiempo por señales, en las que un controlador de la carrocería envía una trama de datos a un dispositivo específico, que luego reacciona realizando una función concreta. En una arquitectura orientada a los servicios, las funciones se presentan como servicios más genéricos, a los que se suscriben las aplicaciones que los necesitan.

El CVC se encarga de los detalles de la comunicación de señales con cientos de componentes del vehículo y luego puede ayudar a abstraer esas funciones como servicios a las aplicaciones de software. Esto permite a los desarrolladores dedicar menos tiempo a preocuparse por cómo gestionar las comunicaciones dentro de un vehículo y más a crear funciones que añadan valor real a los consumidores.

Por ejemplo, un OEM puede querer permitir a los usuarios controlar la climatización del vehículo a través de una aplicación en su sistema de infoentretenimiento. El CVC presentaría un servicio llamado "HVAC", y la app se suscribiría al servicio HVAC, comunicándose con él a través de interfaces de programación de aplicaciones (API).

Cuando el usuario selecciona una temperatura, la app de climatización del sistema de infoentretenimiento utilizaría esas API para indicar al servicio HVAC que fije la temperatura en, por ejemplo, 20 grados centígrados para el lado derecho del vehículo. A su vez, el servicio de climatización enviaría señales a los distintos actuadores -al compresor, los ventiladores y las aletas- a través de los controladores de zona. El servicio averiguaría cuándo hay que encender o apagar el compresor, qué ventiladores hay que activar y hasta dónde hay que abrir las trampillas y, a continuación, enviaría señales a los dispositivos adecuados en los momentos oportunos. Cuando tenga sentido, los servicios podrían centrarse en funciones muy limitadas, o microservicios, lo que permitiría realizar actualizaciones dirigidas sólo a esas funciones.

A través de esta abstracción, la aplicación del sistema de infoentretenimiento en este ejemplo está completamente aislada de la mecánica del control del clima. No conoce la ubicación de los mecanismos de control de la climatización, ni siquiera su existencia. Como los desarrolladores del sistema de infoentretenimiento no tienen que preocuparse por esos mecanismos, pueden centrarse en optimizar la experiencia del usuario y mejorar el uso del control de la climatización en varias innovaciones de la aplicación.

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