Calidad y confiabilidad, esenciales en los cargadores para autos eléctricos
La infraestructura para la electricidad está bien establecida, y la red eléctrica moderna proporciona energía segura y confiable a hogares y empresas de todo el mundo. Sin embargo, a medida que los consumidores pasan a los vehículos eléctricos (EV), están obteniendo nuevos niveles de energía de la red eléctrica para cargarlos.
En la intersección del vehículo eléctrico y la red, uniendo el nuevo mundo y el viejo, se encuentran los cargadores de vehículos eléctricos: la caja de control electrónico, el conector del acoplador del vehículo, el cable y el enchufe de pared que, en conjunto, hacen que la carga del vehículo eléctrico se lleve a cabo. El equipo no solo debe ser resistente y confiable; También debe diseñarse para protegerse contra los peligros potenciales que podrían ocurrir al interactuar con una infraestructura eléctrica que nunca se construyó teniendo en cuenta los vehículos eléctricos.
Los cargadores de vehículos eléctricos de mayor calidad brindan una gestión superior del calor, solidez de los cables, protección contra caídas y protección del medio ambiente. Protegen los hogares de los consumidores de daños, resisten los elementos y duran más que los cargadores de menor potencia. A medida que los consumidores de vehículos eléctricos exigen la velocidad y la comodidad asociadas con el reabastecimiento de combustible en vehículos a gasolina, una parte clave de la ecuación serán los últimos metros de la red: un cargador de vehículos eléctricos que está construido para soportar todo tipo de condiciones y cargas de energía.
Consideraciones sobre el diseño del cargador EV
La creación de un cargador confiable implica consideraciones tanto eléctricas como mecánicas. En el lado eléctrico, la caja de control electrónico del cargador está ahí para vigilar y suministrar energía al vehículo de manera segura, asegurando que el consumidor pueda cargarlo como se espera. La electrónica debe tener características redundantes integradas en su diseño para que la falla de un componente no genere un problema de seguridad. La gestión térmica es fundamental para proteger contra el sobrecalentamiento, tanto en la conexión a la red como dentro del propio cargador de vehículos eléctricos, y para optimizar el ciclo de carga.
En el aspecto mecánico, años de experiencia en el campo nos han enseñado que el uso por parte del consumidor presenta una serie de desafíos. Los consumidores no solo dejarán caer los cargadores de vehículos eléctricos repetidamente a lo largo del tiempo, sino que también envolverán los cables, los pasarán por encima y los dejarán afuera bajo la lluvia. Las cortadoras de césped ocasionalmente los atropellan y los perros pueden morderlos.
Los diseños deben tener en cuenta estos desafíos mecánicos en cada parte del cargador. Deben incluir una construcción de cable robusta que combine los reductores de tensión con el alivio de tensión adecuado para evitar que los hilos de cobre se rompan y el aislamiento del cable se rompa. Si hay una caja de control incable (ICCB), debe ser de grado automotriz y sellada adecuadamente para protegerla de los elementos. Y el acoplador, la parte que más manejan los consumidores cuando lo conectan a sus vehículos, tiene que ser capaz de soportar caídas y desalineaciones repetidas cuando se conecta.
Estas consideraciones son solo el comienzo. Conozca todos los detalles sobre lo que debe buscar en un cargador para vehículos eléctricos en nuestro documento técnico.